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Caminando con perros adultos

Por Cristina Muro
muro.cristina@gmail.com

Siempre resulta un placer observar a las personas caminando de forma relajada con sus perros. La correa floja, el perro y el dueño miran lo que pasa alrededor, se paran cuando cualquiera de los dos necesita hacerlo… ¡es como pasear con un amigo! Y es que así debería ser siempre.

Durante un paseo relajado con la correa floja el perro puede:

Aunque en la época de cachorro a los perros les interesa todo, si han tenido oportunidades para explorar*, cuando son adultos ya no se pararán en exceso en todo lo que les llame la atención.
* Ver artículo: “Caminando con cachorros”.

Sin embargo cuando se camina con prisas y cuando las correas están tensas, los perros:

Por desgracia, para muchos perros el paseo se convierte en un suplicio. Un gran porcentaje de perros sufre algún dolor en la zona del cuello. Los collares que estrangulan, que pinchan o que dan descargas eléctricas, las correas tirantes y los tirones les acaban causando mucho dolor. El paseo entonces puede acabar siendo una tortura. Si cada vez que el perro sale a pasear sufre dolor, puede asociar ese dolor a cualquier otra cosa que ve o que siente en la calle, especialmente cuando la correa se tensa en presencia de niños, otros perros, personas mayores, etc. El perro pensará: salir de paseo causa dolor, los niños causan dolor, los otros perros causan dolor, las personas mayores causan dolor… o cualquier otra asociación incorrecta puede estar ocurriendo sin que nos demos cuenta.

Merece la pena aprender a caminar con la correa floja. Resulta evidente que mientras aprendemos tampoco podemos usar collares que causen dolor ni podremos pegar tirones de la correa. Un buen consejo es leer el libro “Qué puedo hacer si mi perro tira de la correa”* de Turid Rugaas, y visionar el DVD** del mismo nombre. El método consiste básicamente en saber utilizar un sonido de atención para indicar al perro un cambio en la marcha.

Hay cosas que pueden ayudarnos:

Hay algunas manías en el mundo del adiestramiento que son difíciles de entender cuando se aplican a dueños normales que solo quieren pasear tranquilamente con su perro.

Muchas veces el perro se relaja cuando el dueño se relaja. Si el dueño entiende cual es su responsabilidad y actúa en consecuencia (dejando que su perro investigue, aprendiendo a llevarlo de paseo con la correa floja, evitando conflictos que puedan aparecer) sus paseos se convertirán en momentos muy apreciados y relajantes para ambos.

Cosas prácticas:
Tiempo de los paseos: media hora es más que suficiente
Equipamiento: Un collar suave o un arnés y una correa larga (2 metros sería lo mínimo)
Cosas a evitar: correas tensas, prisas, tirones, collares que aprieten o que produzcan dolor, exigir que el perro camine mirando al dueño, exigir que el perro camine pegado a nosotros.

* “Qué puedo hacer cuando mi perro tira de la correa” Turid Rugaas. Kns Ediciones
** DVD: “Qué puedo hacer cuando mi perro tira de la correa” Turid Rugaas. Kns Ediciones

Cristina Muro, octubre de 2008.
Para contactar con el autor: muro.cristina@gmail.com

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